Había una vez un niño tan pequeño como un garbanzo, por eso todos le llamaban Garbancito.
Un día su mamá le dijo: quédate en casa mientras yo voy a llevarle la comida a papá que está trabajando en el bosque, pero el niño quería llevársela él. A la madre le daba miedo que al ser tan pequeño la gente no le viesen por la calle y lo pisaran, pero Garbancito se había inventado una canción para que la gente al oírle mirasen y al verlo no lo pisaran, así que la madre lo dejó ir.
Tachín, Tachín, Tachei,
Mucho cuidado
Con lo que hacéis.
Tachín, Tachín, Tachei,
A Garbancito,
No lo piséis.
Todo fue bien hasta que al entrar en el bosque empezó a llover, entonces Garbancito se refugió dentro de una col para no mojarse, pero apareció un buey que se comió la col y también a garbancito.
Mientras tanto su padre había vuelto a casa, y al contarle la madre que Garbancito había ido al bosque, decidieron ir a buscarlo temiendo que le hubiese ocurrido algo malo.
- ¡Garbancito, Garbancito!, ¿Dónde estás metido?- Gritaban sus padres desesperados.
Y Garbancito al oírles contestó: - ¡En la barriga del buey!, ¡Qué ni llueve, ni hace frío!
Entonces sus padres, que ya se habían acercado al buey, recogieron unas hierbas para limpiarle su tripa y así pudo salir Garbancito; volviendo por fin a casa de sus padres.
Fin.
Lola Utrera Rivera 1º A
Publicado por Barbate Lee. CEIP Bahía de Barbate en 8:16
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